Tatting o Frivolité


 

 Aretes de encaje de frivolité o tatting

Actualmente están de moda los aretes de bellos encajes de guipure lace, aplicaciones o tatting, llamado también frivolité, pero en realidad son pocas las personas que saben, la historia detrás de ésta bella, delicada y trabajosa técnica de tejido.

En general, el origen histórico de los encajes, va desde el siglo XIII, aunque ya en el antiguo Egipto se encontraron mallas de hilos bordados con cuentas de vidrio y en sus vestidos, aparecen labores labradas a la aguja formando delicados bordes.

Por lo tanto podríamos decir que no es en la Elegante Francia donde nacieron los finísimos encajes, símbolo de categoría o elevada clase social, aunque Italia, Bélgica, o los países bajos, también se disputan su origen.

Si vamos a hablar del encaje, hay una gran variedad de estilos, técnicas y países donde son especialistas y en realidad, hay que ver que trabajo tan hermoso el que hacen, entre ellos Burano, un pueblecito de Venecia Italia, los conventos de Castilla en España, el encaje de brujas en Bélgica, el encaje Húngaro de Csetneki, las labores de crochet en Rusia, etc...

Todas éstas técnicas o labores, se realizan bajo muchas horas de trabajo para cada pieza, se elaboran con finos hilos, los cuales no son bordados sino enlazados y para eso se pueden utilizar encajeras o bolillos o simplemente las agujas de tatting o de muñeca.

Aunque el trabajo que llevan es muy elaborado y trabajoso, el resultado es tan satisfactorio que se vuelve casi una obsesión, las personas especializadas en éstas técnicas se vuelven tan expertas que llegan al punto de poder hacerlo con los ojos cerrados.

El problema vino después, como todo, el encaje maravilloso de las manos de cientos de artesanas calificadas, fue dejado a las máquinas, que aunque muchas veces hacen un buen trabajo y a una fracción del precio, sus imitaciones no se comparan con los diseños y acabados auténticos de los especialistas.

Sin duda, el encaje siempre evoca fastuosidad, feminidad, sensualidad, ternura y pasión, pero también representa la clase, el toque conservador y el toque vintage, de aquellas mujeres del pasado, que llevaron bien en alto su condición de mujeres.

Así pues, lleva bien en alto tu feminidad, llenate de ese aire sensual y romántico que llevamos en el alma, en las células, en los átomos y deja salir esa majestuosidad que te hace ser mujer, creadora, soñadora, tierna y capaz de cambiar el mundo con un solo toque de tus manos y el dulce timbre de tu voz. 

Con amor para tí,

Cositinga











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